El henequén también conocido como sisal, es una variedad de agave originaria de Yucatán, llamada “ki” en lengua maya.

La planta se cultivó hasta el siglo XIX, cuando creció la demanda del textil para fabricar sacos, amarres y cuerdas para navegar. A mediados del siglo XX se dio el boom del “oro verde”, Yucatán era el único productor de fibras duras de gran valor, la alta demanda de esta fibra llevó al desarrollo de grandes haciendas y riqueza para el estado de Yucatán.

La planta tarda entre ocho y quince años en madurar por completo, y su fibra se utiliza entre otras cosas para fabricar cuerdas de alta resistencia.

Desde los tiempos prehispánicos el indio yucateco supo extraer de la penca del agave, llamado henequén.

En la actualidad, el proceso de desfibración de la penca del henequén es rápido y eficiente, gracias a la invención de modernas máquinas desfibradoras, máquinas de corchar y telares para confeccionar costales y telas de henequén.

En los últimos años la industria de artesanías de henequén se ha perfeccionado tanto que ya se elabora manualmente muchos objetos artísticos, como sombreros, bolsas de mano, set de mesa, cigarreras, monederos, tapetes, canastas, todos con motivos artísticos en preciosos colores y diseños.

Colorantes Naturales

Existen 5 Colorantes Naturales.

• El Ts’alaam que pinta en un tono café, cuando la planta es vieja, pero cuando esta tierna da un tono rosado claro.
• El Sabakché pinta en un tono amarillo.
• El Taamay da un tono amarillo claro.
• El cedro un tono café.
• El Chukum un rojo oscuro.

Estos colorantes naturales se extraen al raspar la corteza de las plantas, después la corteza se pone a remojar un día antes y luego se pone a cocer con agua, sal, veladora y bicarbonato.

Actualmente es muy difícil recolectar las plantas, por los tiempos o porque los árboles se encuentran muy lejos de la comunidad.